martes, 8 de enero de 2013

REVOLUCIÓN VERDADERA

REVOLUCION VERDADERA
REVOLUCION VERDADERA
Qué es la revolución?
Podemos precisar lo que significa la categoría <revolución> y el fenómeno histórico <revolución> por lo menos por un momento pasando por alto el tratamiento filosófico, histórico y político que merece tal empresa? Creo que si. Si lo que queremos precisar es la realidad inmediata en la que estamos inmersos y a la que estamos obligados a observar si. Si lo que queremos precisar es el escenario histórico-social-político al que pertenecemos sin pasar por alto que le pertenecemos y que cualquier conclusión es definitivamente parcializada e interesada si. No podemos decir nada del entorno en que vivimos si pretendemos despojarnos de nuestras posiciones y nuestras filiaciones, de nuestros intereses y nuestras razones, de nuestros compromisos y responsabilidades políticas. Claro que podemos y debemos precisar lo que es la revolución para nosotros aquí y ahora. Debemos hacerlo sin desestimar las ideas diferentes de los iguales, de los camaradas y, sin desestimar las ideas de aquellos que se escapan de nuestra realidad histórica. La revolución no es un hecho particular de nuestra vida sino un evento mas o menos periodico de la humanidad. No quiero pasar a definirla en general ni como una categoría absoluta. Lo que quiero es verla según nuestros ojos. Lo que quiero es verla según los lentes del momento actual. Lo que quiero es plantear lo necesario que es hacerlo para continuar avanzando.
Para respetar mi método de trabajo voy a permitirme comenzar por lo que no es. Así se precisa lo que es una cosa.
La revolución necesita de un partido fuerte, organizado y por supuesto centralizado para alcanzar y mantener el poder político. La presencia de éste partido, sin embargo, no es excluyente, es decir no significa que no puedan existir una diversidad de partidos actuando aunque con menos capacidad de control del Estado. Hay que ser realmente necios para creer que un partido es la revolución. Esta necedad es tal cuando existen otros partidos ya que la simple existencia de tales es indicativos de que la revolución los necesita y en este sentido tendríamos que decir de manera mas general para abarcar las necesidades de la lucha que la revolución los necesita a todos. Cuando en el País existen además formas de organizacion no partidistas y existen en abundancia podriamos decir que o bien los partidos son males necesarios de la lucha o bien son insuficientes. En particular creo en la necesidad y la utilidad del partido pero en un escenario donde existen varios partidos y un conjunto amplio de organizaciones populares el partido no es la revolución. El comportamiento hegemónico e impositivo del partido referencial de gobierno podría ser la causa de la existencia de la multiplicidad de partidos pequeños y organizaciones que son capaces de renunciar a la oportunidad de poder a cambio de libertad, independencia política y fidelidad a los postulados esenciales de la revolución y del socialismo. Hay que revisar lo que significa ser un partido fuerte. Hay que revisar lo que significa fidelidad y lo que significa lealtad porque hay una multiplicidad de organizaciones partidistas o no que son fieles a la revolución y a su líder pero que no son leales al partido de gobierno. Creo que el Psuv en un sentido interno de nuestras filas, es decir hablando entre camaradas, no es la revolución. La revolución somos todos y todas los que luchamos por la causa del pueblo que es la causa socialista y que hacemos del lado de Chávez. Chávez dijo "vengan conmigo" no dijo "vengan detrás de mi" somos compañeros y compañeras de lucha. Entre nosotros no existe una relación seca de mando y obediencia. A nivel nacional el Psuv claro que si es la revolución en el mismo sentido en que lo es el PCV, REDES y así como lo es cualquiera de los cientos de frentes populares que buscan cada día la formación y la organicidad de sus estructuras. Pienso que la dirigencia del Psuv no puede darse el lujo de comportarse de manera prepotente y soberbia en el sistema político dominando o pretendiendo dominar al resto de los camaradas organizados. Pienso que el Psuv tiene un enorme compromiso histórico con la humildad y tiene la necesidad histórica de cumplir con los objetivos políticos de esta revolución. Digo estas palabras porque como revolucionario tengo derecho. Hay demasiada gente equivocada que cree que el que no es militante del Psuv no puede opinar de lo que ocurre a su interior. Que no opine la derecha pero nosotros los revolucionarios tenemos un derecho sagrado como revolucionarios a criticar y a opinar porque para eso y por eso somos revolucionario y, más aún, porque como revolucionarios estamos obligados a cuidar y defender la revolución en cualquier espacio, así que si alguien del partido mas grande del País, por más que sea de los mas altos funcionarios, comete errores que dañen la revolución estamos llamados y obligados por la historia y por el futuro encarnado en nuestra descendencia a actuar, en primer lugar, criticando para solucionar la situación problemática y dañina. Todas y todos somos agentes de protección de nuestra revolución. Hay quien dice, y hay muchos, que el que no es del Psuv no puede opinar en lo que ocurre en el Psuv, esas mismas personas dicen que el que está en el Psuv tiene que aceptar las reglas porque están los estatutos. A esas personas que no piensan yo les digo que si el que está adentro no puede cuestionar las lineas y el que está afuera del principal y mas grande partido no puede opinar entonces nadie puede opinar ni hacer nada. Somos esclavos de una hegemonía o somos esclavos de la incomprensión de algunos camaradas. Eso no es revolución. La revolución no es un partido la revolución somos todos los revolucionarios. La revolución no es prepotencia soberbia ni es tampoco sumisión. La revolución es acción, libertad de pensamiento y de acción. Hay que negociar con todos los partidos y organizaciones a la de tomar decisiones. Hay que hablar con razones, La revolución es justicia y la justicia parte de la razón que emana del comportamiento humilde de los revolucionarios.
La revolución necesita de liderazgo y de una dirigencia. La revolución necesita de cuadros bien formados, leales y eficientes en los puestos de elección popular para sacar adelante el proyecto socialista. Sin embargo, la revolución no es una dirigencia, la revolución no es el puesto ni es la aspiración que tenga una persona por alcanzar un cargo de elección popular. La carrera política de una persona no es una razón política a menos que la revolución sea la razón política de su carrera. La revolución es la meta política en sí. No hay manipulación que valga. Cuando viene una elección lo que tiene que pensar la dirigencia es lo que necesita la revolución y lo que quiere el pueblo. Eso es lo que debe interpretar la dirigencia para ser una verdadera dirigencia. Si en lugar de ello se disipan las razones políticas en la practica dedocrática que se dispersa en el amigo de este o de aquel entonces la revolución está perdida porque no hay nadie que se preocupe por ella y no hay nadie que disponga las fuerzas políticas para fortalecerla porque todos y todas estan distraídas complaciendo a sus egos y sus amiguismos. No se trata de ejercer el poder. No se trata de quién va a ser concejal o alcalde. No se trata de cómo nos beneficia que éste o aquel sea concejal o alcalde. No se trata de como me beneficio yo si soy concejal o alcalde. Se trata camaradas de tener claro cómo beneficia a la revolución que éste, aquel o nosotros ocupemos tal posición. Un poco mas allá, se trata camaradas de como va a asumir la candidatura éste o aquel porque si van a asumirlas con debilidad, con facilismo, con derrotista, con viveza, sin coraje y sin astucia, sin carisma y sin gracia es mejor que no aspiren nada. Si no creen que van a pelear desde el primer minuto de la lucha hasta el último no se anoten en la pelea. Hay muchos y muchas quieres ser pero sobre la pelea, el esfuerzo y los recursos de los demás. La revolución se trata de hacer lo que se necesita para avanzar el proyecto socialista, se trata de hacerlo con coraje, con fuerza, con determinación y con valor. Los egoístas y mezquinos envidiosos no son ni serán jamás
revolucionarios. El que no se presente a la lucha porque no es candidato o candidata que no se presente mas. Aquí quiero aprovechar de dejar claro que ningún método es malo, todos los métodos tienen su momento, lo que es malo es que el criterio que rija el uso de un método no sea lo que necesita la revolución y quiere el pueblo.

La revolución necesita de la critica pero el que critica y no trabaja no es revolucionario, al contrario, es enemigo de la revolución. Es un diablo en el sentido bíblico de la palabra: es un acusador.
Acepto que la gente necesita comer, vestir y ciertas cosas que hacen el camino mas fácil. Si existen los recursos logísticos para que la lucha sea cómoda pues el partido tiene que bajarlos racional, oportuna y equitativamente. Eso es una verdad estratégica pero no es toda la verdad. El trabajo voluntario hace al revolucionario. El elemento a partir del cual evaluaremos lo buena o mala que es la revolución no debe ser lo que mucho o poco que recibimos de ella. El elemento a tomar en cuenta realmente es lo mucho o poco que podemos aportar. Lo que podemos aportar sin erigirnos en jueces de lo que dan los demás. Los revolucionarios no somos jueces de la revolución. Los revolucionario vivimos la revolución. Lo que necesita la revolución es gente que venga a hacer aportes de buena fe y en positivo.
La revolución no es mala praxis. No es sectarismo, no es clientelismo y no es exclusión. El revolucionario no se jacta de ser superior a otros ni de ser mejor. El revolucionario no se crece en la ignorancia del camarada, se crece en cuidado del necesitado, en el cobijo del desvalido, en el llamado al excluido. El que se cree mejor se cree suficiente pero las ideas se acaban. El que comete un error comete dos, tres y todos si no hay mas personas alrededor en la misma tarea de aportar y vigilar. Necesitamos todas las ideas, necesitamos escuchar ideas de todos y todas los que puedan aportarlas. Chávez pide humildemente al pueblo ideas para enriquecer un plan pero los que se creen mas chavistas se piensan suficientes. La revolución es aprender todos los días, es dejar pasar al que sabe y permitirle llegar por sí mismo. Esa practica capitalista de los representantes explotadores roba talentos no es nada revolucionaria. Si Pedro Peréz tiene una idea que darle a nuestro superior directo sirvamos de puente para que él mismo la lleve. No neguemos el nombre y el rostro de las ideas nuevas. No nos montemos sobre las virtudes ajenas. Eso también es robar. Las reuniones cerradas son malas. Sacar a los camaradas de las reuniones es malo. Aprovecharse del trabajo y las virtudes ajenas es malo para la revolución. Así vamos al fracaso, así no somos revolucionarios. Esa no es la revolución.
La revolución entonces es un proceso complejo y diverso de personas e ideas dispuestas en éste momento histórico sobre nuestras voluntades para transformar la realidad en que vivimos, para derrocar el Modelo de Estado Clásico Tradicional Occidental de protección de los intereses del capital (Estado Burgués) y establecer el Modelo de Estado Comunal Socialista, el Sistema Democrático Socialista y la Ética socialista. Para construir un desarrollo, bienestar y paz verdaderos para nuestro pueblo. Para colaborar con el mundo en la salvación de la humanidad y de nuestros ecosistemas naturales. Para ejercer el derecho sagrado que tenemos los pobres como seres humanos y como ciudadanos a luchar por ser mejores y mejorar nuestras condiciones existenciales de vida.


Antonio Berrios @ciudadpetare

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