Todo proceso de construcción social requiere de plataformas de apoyo. Plataformas que sirvan de soportes, pilares, fuentes de abastecimiento de recursos, de esperanzas y de razones de ser. La vida social de una comunidad es un proceso discontinuo no-lineal de eventos, voluntades encontradas y condiciones cambiantes. Las ideas y los proyectos se maduran a la luz del cambio mismo. Muchas veces toca esperar, mantenerse en un punto y resistir para poder avanzar cuando las condiciones y las voluntades se junten. El presidente Chávez llamo la atención del País para concientizar al alto gobierno sobre la urgencia de consolidar la comuna, lo he dicho y lo repito el terreno clave para impulsar el cambio del modelo de Estado es "la alcaldía". Es justo en el ámbito local donde hay que librar la lucha política definitiva.
Para la tradición representativa la alcaldía ostento el puesto de núcleo fundamental de la democracia. Lo era y lo es. La alcaldía es el núcleo de la democracia representativa. Lo que queria AD y COPEI era construir una hegemonía bipartidista que desarrollara su versión de la democracia representativa: el pacto de punto fijo. Una versión donde el concepto de consenso estaba desde el principio pervertido y reservado a una élite consustanciada con los intereses capitalistas de las potencias imperialistas y sus grandes corporaciones transnacionales. En la versión puntofijista de la democracia representativa el pueblo jugaba y jugaría siempre el papel de borrego manso y estúpido. Estúpido por su ignorancia y estúpido por el efecto embrutecedor del trabajo que se puede acceder en un País semicolonial, dependiente, rentista, meramente industrializado e importador de todo lo que consume.
Para el proyecto político socialista venezolano cuyo planteamiento es comunal el núcleo de la democracia es la comuna porque como bien lo dijo Chávez es una instancia (núcleo) que garantiza el protagonismo del pueblo. El modelo de democracia comunal es directo. El que tiene el derecho y la libertad política puede y tiene que ejercerlo por cuenta propia directamente sin intermediarios que lo representen. Socialismo pues. La transformación de la sociedad que opera el socialismo es en el campo del modelo de Estado, del sistema democrático y en el núcleo de la vida política del Estado, del gobierno, de la sociedad nacional, de las comunidades organizadas y por último del individuo. Internamente signica trasladar el actividad política de una instancia a otra cambiando, como resultado, las reglas del juego político y sus condiciones. Pasar a la comuna es lo determinante y la clave de la operación política es controlar la alcaldía para transferirle al pueblo organizado en ella todo el poder: poniéndo a la disposición del poder popular los recursos totales de la alcaldía. Recursos que, dicho sea de paso, son utilizados por la derecha vende patria para contener el avance del proyecto socialista y para procurar el derrocamiento del gobierno popular con el apoyo de EEUU y sus paises lacayos, como Colombia. Todo el que aspire la alcaldía, cualquiera de las 335 que hay rn el País, debe comprender lo que necesita la revolución de todos nosotros en esta coyuntura. Las pasiones y las conchupancias mafiosas del tipo burgués no deben tener cabida en este momento. Todo el mundo debe jurar ¡COMUNA O NADA!, y comprometerse con el País y con la vida en cumplir a cabalidad con el programa político que tenemos que cumplir.
La plataforma estratégica para avanzar es la alcaldía y no podemos permitir que la ambisión, la ignorancia política y la falta de madures política pongan en riesgo a la revolución venezolana. Hay que controlar las alcaldías y tienen que ser objeto de esta operación política: utilizar los recursos totales de la alcaldía para consolidar la comuna y el Modelo de Estado Comunal Socialista.
Antonio Berrios
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