martes, 25 de junio de 2013

REGALO DE UN HUMILDE MOTORIZADO A MI PAIS EN HONOR A LA VICTORIA ETERNA DE CARABOBO: CADA VEZ QUE SEA NECESARIO VOLVEREMOS A CARABOBO Y VOLVEREMOS A SER GRANDES EN LA VICTORIA PORQUE ESTA ES NUESTRA PATRIA

Dios, Patria y Pueblo.
Antonio J Berríos R
Marzo 2009

No soy huérfano,
más me valdría serlo.
Me corre una sangre
que mancha y entorpece.
Me corre un espanto
que mi alma desvanece.
No soy huérfano
cuánto daría por serlo.

Soy el hijo de una madre mansa,
de una que carga sola
con el peso de su desconsuelo.
El espíritu de Dios
ha conspirado y es traicionero,
porque deja en manos de pocos
el futuro y la miseria de muchos.

Una nube cubre la mueca burlona
de los que han torcido el brazo del pueblo. 
¿Quién ha hecho traicionero su espíritu?
¿Quién lo ha hecho mentiroso?
¿Quién lo ha hecho servil y mezquino?
¿Quién lo ha hecho tan humano?...
… demasiado humano. 

Soy el hijo de una madre maldita
llena de gusanos y sangre coagulada…
de sus restos despreciados por los cuervos.
De una siempre maldecida madre
corrupta y ponzoñosa que va contra sí misma,
una que se reúsa a sentir asco por sí misma,
de una que deja sus rodillas en el suelo
y pone el lomo para que el fuerte repose su pie.

Soy el hijo de una muerta de hambre,
de una indigente con bonitas piernas.
El triste vástago de una lambucea
que se acostumbró a las migajas
caídas de la mesa de los hijos…
muerta de hambre e indigna
dejó que lavaran el piso con su honor.

Soy el hijo de una
a la que le mintieron siempre.
De la hija de Dios
a la que le pusieron delantal
los hermanos mayores.
Soy un hijo más
perdido en la basura
que le dieron por casa,
y el contenedor que refleja
su horizonte.
¡No quiero verlo!
¡Maldito horizonte inmundo!
mis palabras no son fantasía,
ni letra compuesta,
sino de juicio,
son las palabras de juicio
que el hijo sin casa hace.   

Soy el hijo mandadero
que carga el peso del progreso ajeno.
¡No me pidas que me alegre!
¡Jamás me alegrare de su progreso!
¡Ni me fijare en él!
¡No lo emularé!
¡Nunca lo envidiaré!
Sus caprichos no serán mi regla,
Ni anhelaré hacer lo mismo.
¡No les agradeceré!,
No soñaré su sueño.
Mis noches son tristes,
Pero son mías.

Soy el hijo de la madre violada.
Mancillada está mi dignidad
y herido sin consuelo
está mi orgullo.
Porque veo muerta a mi madre
sobre su sangre
y mis hermanos
adulantes la pisan
y la culpan, y la desprecian,
y la cuestionan,
porque los fuertes
han pagado su muerte con traición.

Mis ojos están llenos de llanto,
y a mi corazón lo sobrepuja
mi propósito revolucionario.
Son mis hermanos los que levantan
ladrillos extranjeros
sobre el cadáver de la que olvidaron.
Mi madre ha muerto
y ellos no lo saben.
Arde mi alma porque mi madre
ha sido violada muchas veces,
y los hijos de los violadores
viven campantes sin ser ajusticiados.

A los violadores les dan estandartes,
y a sus hijos les hacen heredar nuestra tierra. 
Les enseñan a mandar y les dejan libres,
pero mi madre está muerta a mis pies,
y me obligan a disiparme entre herramientas
manipuladoras y esclavizantes.
Mi madre hizo que la mataran
y firmo con ellos un pacto
que no reconozco.  
 
Con el tiempo exigido por los violadores
y sus hijos bien comidos y educados,
para que mantenga sus bases estables,
puedo crear cosas nuevas,
sin miedo y con firmeza…
… no solo de pan vive el hombre,
sino de su pasión creadora y libre.
No estoy obligado a vivir tampoco…
la vida que me ofrecen
es vil y deshonrosa.
Prefiero morir como un perro libre
que vivir sembrado como una rosa.
Soy el gusano lento y limitado
estrenando alas de mariposa. 

Mi madre se pudre sin conciencia
y su cuerpo está cubierto de gusanos,
ágiles y feroces dicen defenderla,
agrupados intimidan
a los hijos preocupados.
De los hijos unos queremos levantarla,
para que viva en nuestros corazones.
Que arda en nuestras almas
una sed de ser mejores.
Que tomemos su sangre
y pintemos señales en nuestras caras.
Señales de guerra contra
los hijos de los violadores. 

Ella será nuestro estandarte.
y no tendremos precio.
No aceptaremos el sacrificio
del hijo del padre,
porque su sacrificio
es bandera de muerte,
asolación de los pueblos,
de destrucciones masivas,
de aniquilamiento de las culturas,
de esclavitud y vicios.
Su sacrificio es señal de muerte
¿El precio de su sangre no es suficiente?
… pues, vinieron a nuestro continente,
a matarnos por él…

¡La voluntad del padre es clara!
Somos hijos de una madre asolada
¡Defenderla es el único camino!
… la defenderemos
porque estamos vivos y queda tiempo.
A la madre la mataron
justificando muerte por muerte.
Porque de la muerte de uno
han tomado permiso
para matar a millones.

Hijos de violadores,
siempre traidores,
incrédulos y mentirosos,
oportunistas que no creen lo que dicen.
¡Quien necesita armas para defender
lo que dice, no cree
en aquello que defiende!

Mataron a mi madre,
para convencer al mundo
de una mentira, que
ellos no creen.
El padre es el padre,
Pero mi madre está muerta,
¿Dónde está su parte del pacto?
Pues, mi madre ha sido muerta,
Y los violadores tienen
Privilegios y elogios,
Pero a los hijos del pueblo
Se les promete algo,
En lo que no tienen
Garantía, porque hablan los que
No creen en lo que dicen.

Los que dicen: no robaras,
y roban.
Los que dicen. No mataras,
y asesinan pueblos enteros.
Los que dicen: no tomaras el nombre
del señor en vano,
y engañan y manipulan,
falsificando una fe
que forja milagros y doblega culturas,
que persigue la libertad
y el libre albedrío que,
aquel padre dio a todos.
Los que prometen
aquello que no han visto,
y que no les pertenece,
aquello de lo que no
tienen derecho ni dignidad.
Inmorales juzgando sobre moral.
Asesinos que mataron a mi madre
y quieren que adore
la figura que la mató.
Aquellos que esperan
que doble rodillas
ante ellos en nombre de una mentira.
Falsos y traidores son los hijos
de los violadores.

Ayer violaron a mi madre,
Antes de matarla la violaron,
Y nacieron sus descendientes,
Y de los descendientes
De sus descendientes
Yo soy hijo,
Me levanto en nombre de mi madre
Para ver de frente a los
Hijos de los violadores…
Que me llamo pueblo,
Que soy dueño de lo mío,
Que el padre es también
Mi padre y que,
Me dio esta tierra,
Y el egoísmo de ellos como hermanos
Será castigado por el padre,
De alguna forma lo será,
Y entonces rezaran
Para que sea mentira,
Y no ser juzgados por
Estafadores y oportunistas,
Que se apoderaron de una imagen
Para doblegar, diezmar,
Aniquilar y violar,
A las madres de la tierra,
En nombre de una muerte
Han dado muerte a millones de personas.
El padre habla por sí mismo
Y ha dado su manto verde,
A quienes vieron morir
A su madre, en manos
De los comedores de langostas,
Hijos del desierto,
Que no da ni leche ni miel.
Malditos manipuladores,
ésta tierra es nuestra
y mi madre está viva
en espíritu lo está,
para decir en boca
de los hijos
que somos libres
de ser y escoger ser,
porque el padre es uno,
y la madre es una.
Dios y Patria…
y entre ellos uno: el pueblo. 

¿Cuándo han necesitado ser libertados los que nacieron libres?

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