En la Venezuela de hoy, a más de una década de iniciada la revolución bolivariana y socialista, hemos llegado a un punto de incomparable importancia. Hay quienes piensan que la revolución como proceso está garantizada si logramos superar el punto de no retorno. Como yo lo veo no hay un sólo punto de no retorno sino muchos puntos de no retorno que se apoyan y sirven de apoyo unos a otros, por eso hay divergencias respecto de cual es realmente el punto de no retorno, en que definitivamente está consumado el objetivo supremo del cambio, que lo afecta todo hasta que los postulados esenciales del cambio se funden al modo de vida general.
Tenemos la UNASUR, el ALBA, la filosofìa de la OPEP en la estrategia de Chávez y la entrada de Venezuela en MERCOSUR como puntos de no retorno y como elementos de un punto general: la política exterior bolivariana y socialista emprendida por Chávez y mantenida por el gobierno chavista de Nicolas Maduro.
Un punto de no retorno es esencialmente un evento o institución que tiene la capacidad de mantener e impulsar el proceso de cambio garantizando la integridad del estado actual de la transformación. La situación a partir de la cual nada será igual está condicionada por estos eventos e instituciones.
El cambio de filosofía en la política de funcionamiento de la FANB en que se convierte en instrumento de defensa de la soberanía nacional a la vez que se asume al servicio del pueblo, la cuestión del aspecto civico-militar del proceso de cambio.
La consolidación de las misiones, las grandes misiones y las micromisiones en el ideario nacional del pueblo y en la psicología del Estado en la función de gobierno.
La sansión de las leyes del poder popular que son el cimiento para el concejo comunal, la comuna, las ciudades comunales, la economía comunal con las EPS, las unidades socioproductivas familiares, los grupos de intercambio, las redes de comercio justo y el prosumidor.
La nacionalización de PDVSA y su nueva relación con el pueblo a través de la política social del gobierno.
La Universidad Bolivariana y las aldeas universitarias.
La nueva filosofía del partido (en general) con las unidades de batalla (UBC/UBCH) que supera la idea de la "casa del partido" de Betancourd y abre la puerta a nuevas formas de organización más combativas. Los frentes, colectivos y los concejos de teabajadores. Cambiaron la forma de practicar y concebir la política para un importante segmento de la población.
Cada uno de estos elementos es por su cuenta un punto de no retorno de la revolución bolivariana y socialista nuestra. Sin embargo, lo que comunmente entendemos con la idea del punto de no retorno es el punto final y definitivo de la transfornación, más, estamos lejos de ese momento y lo que significa viene a ser como reposadero del camino que transita aquel que se mantiene en movimiento. Vamos y venimos en éste camino mientras construimos. Un punto de no retorno es una plataforma producida por la transformación que por sí sola puede impulsar la transformación y que le sirve de reposadero, de abastecimiento y de re- impulso a la transfornación general y sus agentes.
Hablando de eventos la renovación política del liderazgo es el más importante de todos. Mientras no se opere avanzamos hacia una confrontación generalizada al interior de las estructuras políticas de la revolución que puede tener un efecto no deseable para la revolución. Partidos, polo patriotico, movimientos de base popular, concejos comunales y gobierno corren el peligro de implosionar.
La oposición está unida por una sola meta, los seguidores de la oposición están ciegos por la manipulación y unidos por el odio que les produce el prejuicio contra el socialismo y contra el pueblo. Nosotros continuiamente desconcentramos la lucha y perdemos las perspectivas. Dejamos de lado la lucha contra el enemigo del pueblo (EEUU Y SUS LACAYOS) y nos aferramos a luchas internas muy duras que en lugar de unirnos nos divide y nos debilita por cuanto somos ejemplo de lo que nos reprocha la oposición y así perdemos gente por causa del discurso de reproches montado permanentemente por la oposición. Hay verdad en los anhelos de muchos que quieren hacer lo bueno por el pueblo y por la revolución y que se ven impedidos por camaradas que ocupan posiciones claves sin producir adelanto alguno perjudicando la revolución por su mala praxis. Antes de afrontar las elecciones municipales hay qur operar una renovación total del liderazgo revolucionario, rotando los liderazgos productivos a las posiciones en que puedan ser útiles para corregir vicios, hay que reconocer el trabajo a quienes realmente lo hacen promoviéndolos a verdaderas posiciones de responsabilidad y eliminando a los intermediarios porque todos tienen que comprender de una vez por todas que nosotros no operamos bajo las reglas de la democracia representativa burguesa y capitalista que pone a uno sólo en la posición de beneficiarse personal y particularmente del trabajo de muchos.
Hay que operar la renovación del liderazgo revolucionario con enfasis en el plano local antes de las elecciones municipales. Renovar el liderazgo a nivel local poniendo en sintonia las estructuras de gobierno con el poder popular antes de las elecciones es el punto de no retorno mas importante si queremos revolución para final de año. La oposición está unida por el odio y el impulso político- económico de EEUU nosotros debemos unirnos por la verdad en la renovación de nuestro liderazgo reconociendo las quejas y el trabajo promoviendo al poder popular a posiciones de dirigencia dentro de los partidos y del gobierno local. Ese será el punto de no retorno en movimiento que nos llevará de seguro al punto definitivo: la consolidación del modelo de Estado Comunal Socialista. Pasar de largo a las elecciones municipales sin renovar el liderazgo es mantener a cuestas la frustración del poder popular, sin respuesta a los justos reclamos de los que sufren por la revolución, divididos y enfrentados, es arriesgar la revolución y forzar a la militancia a buscar otras alternativas. Es un error empeñarse en no tocar a unos cuantos malintencionados por miedo. Decretar la unidad sin remover al que lo ha hecho mal y al que ha agredido al pueblo y a la revolución aprovechándose de todo a titulo personal es imponer una ignominia que puede salirnos cara. No atender el consejo es un pecado. Numéricamente somos más pero necesitamos recuperar la moral revolucionaria puesta en duda por unos cuantos y su mezquina e irresponsable mala praxis. Esta operación le da a la revolución un nuevo e importante respiro para continuar avanzando. De cualquier manera va a suceder, es mejor que sea un proceso guiado hacia el objetivo supremo de la revolución antes de que sea un producto de un enfrentamiento interno que pueda ser aprovechado por una oposición hambrienta de eliminarnos a todos.
Antonio Berrios
Motorizado de Ciudadpetare hasta que Dios y la revolución quieran.
Colectivo de Gestión Comunal de Noticias Ciudad Petare.
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