Somos pocos, hacen falta muchos más y no podemos perder a ninguno.
Pelear entre nosotros no es necesario y nuestros enemigos quieren ponernos a pasar hambre y enfermos para obligarnos a renunciar a todo lo que hemos logrado hasta ahora
Estoy seguro que debe haber un momento para atender con detenimiento, como pueblo, de manera detallada, nuestras contradicciones internas, asumiéndolas como la contradicción principal que tenemos que resolver y superar, pero, al menos por dos razones, ese momento no es ahora.
La primera razón es que la contradicción principal en éste momento político evidentemente es otra, es la contradicción que tenemos con los enemigos del pueblo y tiene que ver con la decisión que debe tomar el pueblo entre la Venezuela potencia, independiente y soberana que le ofrece el socialismo y el proyecto de volver a la Venezuela puntofijista, quebrada, sin derechos, hipotecada y ajena a la que nos quieren obligar por la fuerza del saboteo sistemático, bajo la amenaza de la violencia, y bajo la presión de ponernos a pasar hambre y sin medicinas los partidos que representan al gobierno norteamericano PJ, Voluntad Popular y la MUD.
La segunda razón es que resolviendo la contradicción principal podemos superar nuestras propias contradicciones internas sin necesidad de enfrentarnos y maltratarnos innecesariamente, sencillamente porque para vencer el saboteo, la manipulación y el engaño de los enemigos del pueblo estamos obligados a trascender nuestras deficiencias, limitaciones y vicios para mejorar todo lo bueno y corregir lo malo que hemos hecho hasta ahora. Esto significa que al final de la lucha seremos mejores como personas pero también nuestras organizaciones terminarán siendo mejores. Comenzando por el Gobierno Bolivariano en todos sus niveles y esferas hasta el concejo comunal.
Los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, la MUD y sus empresarios aliados están saboteando al País, han escondido todos los productos de primera necesidad y han desarrollado una gran mafia con la que nos venden las cosas 100 veces más caros a nosotros y nuestros hermanos colombianos por la vía del contrabando.
Ellos han demostrado ser verdaderos enemigos de nuestros hijos y ancianos y que están decididos a obligarnos a pasar hambre sin poder comprar medicinas, ni siquiera, para obligarnos a entregarles el poder político.
Estos partidos son los enemigos del pueblo pobre, del pueblo obrero, del pueblo trabajador y nos quieren poner a pasar hambre porque creen que si nos quedamos sin comida y sin medicina vamos a entregar el poder y a renunciar a todo lo que hemos logrado.
Estos partidos enemigos del pueblo que nos quieren poner a pasar hambre y enfermedades obligándonos a hacer colas por todo, piensan que nosotros los del pueblo somos unos indignos muertos de hambre que vamos a renunciar a nuestros derechos y nuestras libertades políticas por un saco de perrarina como nos obligaron ya antes del caracazo de 1989.
Estoy seguro que no somos esos indignos que llegamos a comer perrarina por el hambre y por la ignorancia en que nos tenían condenados como pueblo los que ahora quieren hablar de Democracia.
¡Hoy los del pueblo tenemos dignidad!
¡Hoy los del pueblo estamos preparados y preparadas para enfrentar los más atroces ataques y el más irresponsable saboteo porque tenemos dignidad!
¡La Venezuela Potencia es un sueño posible porque tenemos dignidad!
¡Que nos quiten toda la comida y todas las medicinas pero nuestra dignidad nunca nos la quitaran!
Y, ¡No volverán!
La primera razón es que la contradicción principal en éste momento político evidentemente es otra, es la contradicción que tenemos con los enemigos del pueblo y tiene que ver con la decisión que debe tomar el pueblo entre la Venezuela potencia, independiente y soberana que le ofrece el socialismo y el proyecto de volver a la Venezuela puntofijista, quebrada, sin derechos, hipotecada y ajena a la que nos quieren obligar por la fuerza del saboteo sistemático, bajo la amenaza de la violencia, y bajo la presión de ponernos a pasar hambre y sin medicinas los partidos que representan al gobierno norteamericano PJ, Voluntad Popular y la MUD.
La segunda razón es que resolviendo la contradicción principal podemos superar nuestras propias contradicciones internas sin necesidad de enfrentarnos y maltratarnos innecesariamente, sencillamente porque para vencer el saboteo, la manipulación y el engaño de los enemigos del pueblo estamos obligados a trascender nuestras deficiencias, limitaciones y vicios para mejorar todo lo bueno y corregir lo malo que hemos hecho hasta ahora. Esto significa que al final de la lucha seremos mejores como personas pero también nuestras organizaciones terminarán siendo mejores. Comenzando por el Gobierno Bolivariano en todos sus niveles y esferas hasta el concejo comunal.
Los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, la MUD y sus empresarios aliados están saboteando al País, han escondido todos los productos de primera necesidad y han desarrollado una gran mafia con la que nos venden las cosas 100 veces más caros a nosotros y nuestros hermanos colombianos por la vía del contrabando.
Ellos han demostrado ser verdaderos enemigos de nuestros hijos y ancianos y que están decididos a obligarnos a pasar hambre sin poder comprar medicinas, ni siquiera, para obligarnos a entregarles el poder político.
Estos partidos son los enemigos del pueblo pobre, del pueblo obrero, del pueblo trabajador y nos quieren poner a pasar hambre porque creen que si nos quedamos sin comida y sin medicina vamos a entregar el poder y a renunciar a todo lo que hemos logrado.
Estos partidos enemigos del pueblo que nos quieren poner a pasar hambre y enfermedades obligándonos a hacer colas por todo, piensan que nosotros los del pueblo somos unos indignos muertos de hambre que vamos a renunciar a nuestros derechos y nuestras libertades políticas por un saco de perrarina como nos obligaron ya antes del caracazo de 1989.
Estoy seguro que no somos esos indignos que llegamos a comer perrarina por el hambre y por la ignorancia en que nos tenían condenados como pueblo los que ahora quieren hablar de Democracia.
¡Hoy los del pueblo tenemos dignidad!
¡Hoy los del pueblo estamos preparados y preparadas para enfrentar los más atroces ataques y el más irresponsable saboteo porque tenemos dignidad!
¡La Venezuela Potencia es un sueño posible porque tenemos dignidad!
¡Que nos quiten toda la comida y todas las medicinas pero nuestra dignidad nunca nos la quitaran!
Y, ¡No volverán!
Ante la amenaza del gobierno norteamericano y sus representantes nacionales de reducir el País al hambre y la enfermedad hasta obligarnos a renunciar a lo que hemos alcanzado hasta ahora tenemos que reflexionar en torno a unas verdades fundamentales
Compatriotas, el punto de éste mensaje, en el que no me quiero extender demasiado, es que los que asumimos la defensa del pueblo y de la Patria como el primero de entre todos los compromisos tenemos que reflexionar y comprender algunas verdades que no deben olvidarse ni por un momento para evitar cometer los errores más caros de nuestra existencia.
Estos errores son los que nos pueden llevar a maltratar, menospreciar y dejar perder a nuestros cuadros debilitando la revolución hasta el punto de no contar con un cuerpo de dirigentes capaz de guiar al pueblo.
Para los que no lo saben un cuadro es un hombre o una mujer que ha llegado a la plena conciencia y dominio de habilidades y capacidades que los facultan para arrancar y mantener una revolución porque son líderes.
Estos errores son los que nos pueden llevar a maltratar, menospreciar y dejar perder a nuestros cuadros debilitando la revolución hasta el punto de no contar con un cuerpo de dirigentes capaz de guiar al pueblo.
Para los que no lo saben un cuadro es un hombre o una mujer que ha llegado a la plena conciencia y dominio de habilidades y capacidades que los facultan para arrancar y mantener una revolución porque son líderes.
Paseémonos por estas verdades
Verdad # 1 SOMOS POCOS
Guiar al pueblo en lo político y en lo institucional requiere una enorme cantidad de hombres y mujeres que tengan la capacidad de dirigir y transmitir directrices para mantener la marcha hacia el socialismo, hacia esa nueva sociedad más igualitaria y justa donde el desarrollo es posible y el pueblo finalmente puede ser feliz.
Hoy la capacidad más importante es la de organizar al pueblo para maximizar sus capacidades y habilidades en la ardua tarea de ser siempre mejores y esto está unido necesariamente a mejorar el rendimiento de nuestras organizaciones aumentando sus capacidades y aumentando la calidad de la Gestión.
Un solo cuadro no puede pretender hacerlo todo y dirigirlo todo porque pone en riesgo la revolución.
Hoy lo estratégico es compartir la tarea de la dirección para mantener y aumentar nuestra capacidad de defender lo logrado hasta ahora y continuar mejorando.
Verdad # 1 SOMOS POCOS
Guiar al pueblo en lo político y en lo institucional requiere una enorme cantidad de hombres y mujeres que tengan la capacidad de dirigir y transmitir directrices para mantener la marcha hacia el socialismo, hacia esa nueva sociedad más igualitaria y justa donde el desarrollo es posible y el pueblo finalmente puede ser feliz.
Hoy la capacidad más importante es la de organizar al pueblo para maximizar sus capacidades y habilidades en la ardua tarea de ser siempre mejores y esto está unido necesariamente a mejorar el rendimiento de nuestras organizaciones aumentando sus capacidades y aumentando la calidad de la Gestión.
Un solo cuadro no puede pretender hacerlo todo y dirigirlo todo porque pone en riesgo la revolución.
Hoy lo estratégico es compartir la tarea de la dirección para mantener y aumentar nuestra capacidad de defender lo logrado hasta ahora y continuar mejorando.
Verdad # 2 HACEN FALTA MAS
Maximizar el liderazgo del pueblo y la dirección de las Instituciones bolivarianas debe llevarnos a darnos cuenta del déficit de líderes que padece hoy la revolución.
Al interior de la revolución no puede haber líderes tercerizados.
Todos los líderes y lideresas deben tener nombre y apellido y deben casarse cada uno con una responsabilidad, para poder crecer, sumando entre todos la mayor fuerza política sobre nuestro territorio, que es lo que nos interesa.
Ninguno de nosotros puede darse el lujo de anteponer sus ambiciones de poder ni sus agendas personales a los intereses y necesidades del pueblo y de la revolución.
Esta verdad es tan cierta para la militancia como para su dirigencia.
Reflexionemos sobre el hecho simple de que tenemos que promover los liderazgos emergentes a puestos de dirigencia para racionalizar la dirigencia y aumentar la base del poder que sustenta la revolución y sostiene al Gobierno Bolivariano para beneficio del pueblo.
Maximizar el liderazgo del pueblo y la dirección de las Instituciones bolivarianas debe llevarnos a darnos cuenta del déficit de líderes que padece hoy la revolución.
Al interior de la revolución no puede haber líderes tercerizados.
Todos los líderes y lideresas deben tener nombre y apellido y deben casarse cada uno con una responsabilidad, para poder crecer, sumando entre todos la mayor fuerza política sobre nuestro territorio, que es lo que nos interesa.
Ninguno de nosotros puede darse el lujo de anteponer sus ambiciones de poder ni sus agendas personales a los intereses y necesidades del pueblo y de la revolución.
Esta verdad es tan cierta para la militancia como para su dirigencia.
Reflexionemos sobre el hecho simple de que tenemos que promover los liderazgos emergentes a puestos de dirigencia para racionalizar la dirigencia y aumentar la base del poder que sustenta la revolución y sostiene al Gobierno Bolivariano para beneficio del pueblo.
Verdad # 3 NO PODEMOS PERDER A NINGUNO
Si no podemos comprender que solos no podemos hacer nada y que aumentar el poder de la revolución significa promover a los liderazgos emergentes a puestos de dirigencia para compartir la responsabilidad de la dirigencia del pueblo y sus Instituciones podemos correr el riesgo de malinterpretar a nuestros líderes emergentes como amenazas defendiéndonos de ellos en lugar de aprovechar su potencial en pro del bienestar del pueblo y de la revolución.
Si no podemos comprender que solos no podemos hacer nada, en este mismo sentido, podemos correr el riesgo de menospreciar el ímpetu de estos líderes emergentes para revolucionar nuestras comunidades e instituciones, dejando morir de hambre la revolución porque el alimento político de toda revolución es la juventud.
Si no podemos comprenderlo podemos quedarnos solos.
Es por ello que tenemos que valorar el potencial de todos nuestros camaradas, hombres y mujeres que hoy tienen ganas de trabajar en beneficio del pueblo y la revolución, porque al final no somos suficientes ni autosuficientes.
Tenemos que comprender que somos pocos, que hacen falta más y que no podemos perder a ninguno.
Si no podemos comprender que solos no podemos hacer nada y que aumentar el poder de la revolución significa promover a los liderazgos emergentes a puestos de dirigencia para compartir la responsabilidad de la dirigencia del pueblo y sus Instituciones podemos correr el riesgo de malinterpretar a nuestros líderes emergentes como amenazas defendiéndonos de ellos en lugar de aprovechar su potencial en pro del bienestar del pueblo y de la revolución.
Si no podemos comprender que solos no podemos hacer nada, en este mismo sentido, podemos correr el riesgo de menospreciar el ímpetu de estos líderes emergentes para revolucionar nuestras comunidades e instituciones, dejando morir de hambre la revolución porque el alimento político de toda revolución es la juventud.
Si no podemos comprenderlo podemos quedarnos solos.
Es por ello que tenemos que valorar el potencial de todos nuestros camaradas, hombres y mujeres que hoy tienen ganas de trabajar en beneficio del pueblo y la revolución, porque al final no somos suficientes ni autosuficientes.
Tenemos que comprender que somos pocos, que hacen falta más y que no podemos perder a ninguno.
Preguntas para el debate:
1. ¿Qué tenemos que hacer para defender racionalmente la revolución?
2. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestras Instituciones?
3. ¿Qué podemos hacer para aumentar la base de poder que sustenta la revolución y que sostiene al Gobierno Bolivariano?
4. ¿Qué podemos hacer para guiar correctamente al pueblo?
5. ¿Son más importantes nuestras ambiciones personales que el futuro de la revolución, la estabilidad del Gobierno Bolivariano y el bienestar del pueblo?
6. ¿Realmente somos capaces de hacer todo nosotros solos?
7. ¿Es prudente confiar únicamente en unos pocos cuadros para muchas responsabilidades habiendo tantos cuadros perfectamente confiables y capaces de rendir los mejores frutos de trabajo para la revolución?
8. ¿Qué podemos hacer para continuar creciendo y mejorando como pueblo?
1. ¿Qué tenemos que hacer para defender racionalmente la revolución?
2. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestras Instituciones?
3. ¿Qué podemos hacer para aumentar la base de poder que sustenta la revolución y que sostiene al Gobierno Bolivariano?
4. ¿Qué podemos hacer para guiar correctamente al pueblo?
5. ¿Son más importantes nuestras ambiciones personales que el futuro de la revolución, la estabilidad del Gobierno Bolivariano y el bienestar del pueblo?
6. ¿Realmente somos capaces de hacer todo nosotros solos?
7. ¿Es prudente confiar únicamente en unos pocos cuadros para muchas responsabilidades habiendo tantos cuadros perfectamente confiables y capaces de rendir los mejores frutos de trabajo para la revolución?
8. ¿Qué podemos hacer para continuar creciendo y mejorando como pueblo?
La reflexión que quisiera proponer con este mensaje se centra en el valor que tiene y debe tener cada uno de nuestros cuadros y militantes que nos rodean: el mismo que nosotros y si nosotros merecemos que confíen en nosotros nuestros camaradas merecen recibir la misma confianza.
Nota:
El socialismo territorial solo será posible compartiendo territorialmente el compromiso y la responsabilidad del liderazgo y la dirigencia.
El socialismo territorial solo será posible compartiendo territorialmente el compromiso y la responsabilidad del liderazgo y la dirigencia.